Cuando escribo derribo
fantasmas, aclaro las ideas, y abrazo a las ilusiones que pasan.
Soy Princesa, impulsiva, romántica, soñadora, y todo eso es parte de lo que
soy. Cuando escribo todo se hace posible, puedo decir aquello que mis labios se
callan y camino los senderos escondidos de mi mente que me llevan a mil mundos
nuevos. Me sorprendo de mí misma muchas veces, como sin ponerles signos a los
pensamientos y transformarlos en significados, fuera mi propia manera de
practicar alquimia. Es cuando logro el contacto, en el preciso instante en el
que dos mundos paralelos se captan e identifican y mi voz trasciende el papel
para tocar el alma de alguien más y logra entenderme, incluso entenderse a
través de lo que escribo, entonces no existe en mi universo lugar para la
soledad, porque la soledad es justamente no poder comunicarse con nadie
especialmente con uno mismo y evidentemente aunque muchas veces me olvido...Yo
puedo.Aunque a veces piense que algo más habla a través de mí, y no es más que mi propia esencia….
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